Poco se imaginaban en 1.955 cuando hacían la solicitud municipal al uso para la colocación de un rótulo comercial, que 63 años después, el mensaje publicitario trascendería del contenido que trata de vender llegando a convertirse en un signo de identidad de una época, de un lugar.
En el mundo 3.0 en el que vivimos, en el que la globalización crea ciudades cada vez más homogéneas, el legado de 1.958 permanece coronando Sol y siendo uno de los puntos más visitados y fotografiados de la ciudad.
Esta historia comienza en 1.936, con la instalación del primer rótulo en la Puerta del Sol número 1, con unas letras corpóreas en las que se podía leer con gran claridad el nombre de la empresa “González Byass” junto con el lema “Vinos Jerez Coñac”, acompañados únicamente de la imagen de un catavinos.
En 1.958 la botella se humanizo, una torera roja y un gorro cordobés, acompañados por una guitarra española, nos presentaban a “Tío Pepe. Sol de Andalucía embotellado. González Byass”.
Pese a que Tío Pepe lleva una caracterización que recuerda mucho a la cultura y folclore de Andalucía, pocas cosas representan tanto a los madrileños como su luminoso, a los que acompaña en numerosas celebraciones. Y no solo a los madrileños, si paseas por la Puerta del Sol, podrás ver a un gran número de turistas, realizando fotos con el detrás- ¡TÍO PEPE HA TRASPASADO FRONTERAS! #TÍOPEPE.
Pero como todas las historias, tiene alguna que otra curva, y esta llega en 2.011 cuando el edificio que esta a sus pies, es adquirido por una empresa californiana que pide su retirada y la restauración de la azotea.
Esto genera un debate avivado en toda España, y sobre todo en Madrid, siendo varios los colectivos que piden su regreso. Manifiestos y movilizaciones se suceden durante varios meses, recaudando 28.000 firmas para traerlo de vuelta.
La vuelta del mismo fue lograda con la argumentación de que Tío Pepe había dejado de ser un letrero publicitario y se había convertido en un símbolo más, patrimonio histórico/cultural de la ciudad. Estaba claro, su función había trascendido, había logrado llegar más allá que cualquier otra marca, se había convertido en el símbolo de una ciudad.
Finalmente, tras la presión ejercida para recuperar a Tío Pepe el Ayuntamiento de Madrid anuncia la nueva ubicación del luminoso de Tío Pepe en Puerta del Sol número 11 en noviembre del 2.013. No es el edificio original, que era el número 1, pero sigue presente en la Puerta del Sol.
Tras varios ajustes, el rótulo luminoso vuelve a coronar Sol en abril de 2.014. Como podemos ver en esta imagen, se trató de un proceso meticuloso, no producido en serie; como siempre os explicamos en vuestras visitas a Letramark, eso es lo que confiere personalidad, calidad y durabilidad a vuestros proyectos.
Durante ese mismo año, Tío Pepe se erigió como la marca de vino más mediática de España según el estudio de Castro Galiana, expertos en comunicación del vino, no es de extrañar, teniendo en cuenta el poder mediático que arrastró con su vuelta a los “escenarios” y es que la publicidad realizada en todos los medios informativos, blogs especializados y Redes Sociales, los desbancó de cualquier acción de su competencia.
La historia que comienza con un rótulo para conmemorar el 50 aniversario de una empresa, le ha llevado 63 años después a reinar una ciudad, y a ser la marca de vino más mediática y reconocida de todo un país.
Muchas veces, cuando comenzamos una aventura, nos preocupamos más en el corto plazo, sin pensar como puede llegar a afectarnos en el largo plazo. Desde Letramark, siempre os animamos a realizar cada paso de forma lenta y segura.
¿Habría llegado Tío Pepe a ser un referente si el proyecto se hubiera realizado con materiales de baja calidad?
¿Habría llegado a ser un símbolo, si no se hubieran arriesgado con el restyling y la humanización de la botella?
¿Hasta donde estas dispuesto a llegar por tu marca?
Información:
https://www.miradormadrid.com/publicidad-de-tio-pepe-en-la-puerta-del-sol/
