Era el año 2.016, Netflix estaba imparable, ya no sólo era distribuidor, si no que la plataforma empezaba a producir títulos propios para alimentar a los millones de suscriptores alrededor del mundo. Stranger Things, hoy convertida en serie de culto, usaba la nostalgia como arma de seducción intergeneracional, con un misterio como base narrativa, y…